Natalia Láinez y Lucía Ibáñez, de ‘Abejas del Moncayo’: “No conocemos mujeres que se dediquen a lo mismo que nosotras”

Ni el ganado vacuno, bovino o porcino, tampoco el caprino o equino, el mejor ejemplo de ganadería sostenible es la apicultura. Por ella apostaron Natalia Láinez y Lucía Ibáñez cuando decidieron emprender en el medio rural, concretamente en un minúsculo pueblo llamado Talamantes, situado en tierras zaragozanas, en pleno parque natural del Moncayo, que da nombre a su empresa.

Abejas del Moncayo, pese a ser un negocio dedicado a la apicultura, no vende miel. Su producción se basa en las abejas que, posteriormente, se encargarán de realizar el producto que llega a nuestras casas. Natalia y Lucía comercializan con los insectos vendiendo colmenas pobladas, enjambres, paquetes de abejas (por peso) y, la joya de la corona, abejas reina (vírgenes o fecundadas). Además, también ofrecen en su página web jornadas de formación apícolas, donde transmiten sus conocimientos para quienes quieran iniciarse en el mismo mundo donde trabajan ellas.

Natalia y Lucía cuentan a AFAMMER que eligieron “una única línea de negocio”, centrándose en la cría de abejas porque “es la manera óptima de sacar rentabilidad a las colmenas”. Así lo hacen a diario, desde un pueblo con apenas medio centenar de habitantes, donde se trasladaron desde su ciudad, Zaragoza, para apostar por un modelo de negocio poco conocido en España y en que las mujeres apenas tienen presencia.

  • ¿En qué momento decidís emprender en el medio rural? ¿Por qué elegisteis este modelo de negocio?

Ambas teníamos la idea de vivir en Talamantes, que es un pueblo que en aquel entonces apenas tenía unos 20 habitantes fijos, con malas conexiones en general pero en un enclave idílico. Ambas teníamos nuestras casas de ‘fin de semana’, y ambas coincidimos en aquella época con que acabábamos nuestros contratos con empresas.
Exploramos posibilidades de negocio en este lugar y ya había una familia con tradición apícola de extracción de miel. Nosotras valoramos el emprendimiento en el área de cría y selección genética de la abeja negra ibérica, y vimos una brecha de mercado ahí para nosotras.

  • ¿Os preguntan muchas veces si se puede vivir de las abejas?

No, pero se lee en sus miradas.

  • ¿Qué equipo necesitáis para trabajar (indumentaria, artilugios,…)?

Las EPI de cualquier apicultor (traje con buzo, ahumador, guantes) y las herramientas para el manejo de las colmenas y aquellas específicas para la cría de reinas (traslarves, picking, cajas de expedición, marcajes de reinas,…).

  • ¿Cuál es la época del año determinante en vuestro trabajo? ¿Qué clima les va mejor a vuestras abejas?

El grueso se centra entre febrero y junio, en cuanto a trabajo de ventas del material vivo y multiplicación de nuestra cabaña apícola. El resto del año son trabajos relacionados con el tema del crecimiento y mantenimiento del ganado, trabajos de medicación, alimentación, trashumancias,… Cuando es invierno realizamos tareas de “puertas para adentro”, como carpintería, mantenimientos, adecuación de colmenares,…

  • ¿Cómo se llama el tipo de abeja al que os dedicáis? ¿Qué tienen de especial respecto a otras abejas?

Apis mellifera iberiensis. Es una raza autóctona de la Península Ibérica, adaptada a su medio. Es una abeja rústica y fuerte.

  • ¿Cuál es el principal depredador de las abejas? ¿Qué puede echar a perder una colmena o matar a una reina?

El depredador común de la abeja es la varroa destructor, un ácaro que se instala en las larvas de la abeja que se alimenta de su tejido graso y provoca el nacimiento de abejas enfermas, subdesarrolladas… es vector de otras enfermedades que hace que la colmena vaya despoblándose y muriendo. Éste y los agrotóxicos son las principales amenazadas, aderezado hoy en día por la presencia de la especie invasora de Avispa Asiática, que se alimente de ellas.

  • ¿Cuál es vuestro cliente tipo? ¿Personas expertas en la apicultura o más bien iniciados?

A nosotras nos llegan todo tipo de clientes, tanto profesionales del sector, como hobbistas o incluso iniciados y emprendedores.

  • ¿Tiene más valor una abeja reina que otra o todas son igual de valiosas?

Sin reina no hay colmena, así que la reina tiene valor añadido. Aunque todas son imprescindibles para la supervivencia de la colmena.

  • ¿Puedo preguntar cuánto puede valer una abeja reina?

El precio varía en función de si la abeja reina está fecundada (21 euros) o si es una reina virgen (7 euros).

  • ¿Por qué no comercializáis también miel? ¿Es más rentable vender abejas que miel?

Nosotras elegimos una única línea de negocio, que es la manera óptima de sacar rentabilidad a las colmenas. Es de por sí una línea de trabajo muy meticulosa y exigente.

  • ¿Qué proceso sigue una abeja hasta convertirse en reina?

Una abeja nace ya siendo reina porque la colmena así lo decide. La larva de la futura reina es alimentada con jalea real exclusivamente, así como el resto de su vida adulta. Las obreras y zánganos sólo reciben jalea real unos primeros días, luego una papilla proteica que les preparan las obreras y ya en su vida adulta será miel y polen.

  • ¿Habéis tenido respaldo, en forma de algún tipo de ayuda, por parte de la administración local, autonómica o nacional?

Nos hemos acogido a los planes de incorporación como joven agricultor/ganadero y también hemos obtenido algunas ayudas para la comercialización y mejora de nuestro modelo de negocio.

  • ¿Hay muchas mujeres que se dediquen a lo que os dedicáis vosotras?

No conocemos mujeres que se dediquen a lo mismo que nosotras, a nuestra actividad en concreto, de selección y cría de abejas. Que nosotras sepamos, no hay.

  • ¿Qué consejo les daríais a esas mujeres que tienen una idea de negocio pero no se atreven a emprender?

Que hay que hacer un buen planteamiento de negocio, en cuanto a finanzas, y cuando tengan claro que pueden y es viable, ¡adelante! El resto es trabajar y crecer, que son habilidades con las que nacemos todas las mujeres.