El 8 de marzo, día internacional de la Mujer, los ojos del mundo se enfocan en todos los retos que nos quedan por alcanzar para que la igualdad sea una realidad en nuestras vidas.
También es un momento fundamental para poner de manifiesto ante la opinión pública los pasos necesarios que tenemos que dar para erradicar cualquier forma de discriminación y que los derechos de las mujeres y niñas no se vean vulnerados.
Sin embargo, este 8 de marzo, me gustaría echar la vista atrás para reconocer la importancia que tuvieron aquellas mujeres que, en muchos casos, ni siquiera eran conscientes de lo que era el feminismo y a pesar de todo nos abrieron el camino a través de sus acciones y su trabajo, haciendo posible muchos de los avances en igualdad que se han producido en las últimas décadas.
Como decía anteriormente, el 8 de marzo es un día para avanzar pero considero que también conviene echar la vista atrás para ver todo lo que hemos conseguido, pues nuestro presente y nuestro futuro se forjarán a través de las huellas de nuestro pasado.
Reconozco que en estos días previos a la mujer he sentido una especial emoción al recordar el gran legado de igualdad que hemos construido las mujeres rurales de AFAMMER durante los 40 años de vida de nuestra organización no gubernamental. Pero sobre todo, al acordarme de esas grandes mujeres que me acompañaron durante los inicios; de las que se han unido en el camino y como no, de las que me siguen acompañando día a día.
El ritmo frenético de nuestro día a día provoca que a veces no seamos conscientes de los cambios que se producen a nuestro alrededor, y no es hasta que ya han transcurrido los años cuando vemos lo que nuestras acciones pueden causar en los demás.
Hoy pienso en cómo estábamos en 1982 y en cómo estamos ahora y no puedo evitar sentir orgullo de todo lo que hemos alcanzado en estas 4 décadas de trabajo y esfuerzo para visibilizar a las mujeres de nuestros pueblos que entonces estaban visibilizadas y que hoy forman parte de la agenda política y social de España y de toda la comunidad internacional.
Por ello, en este día internacional de la mujer quiero dar las gracias a las mujeres rurales de AFAMMER que durante todos estos años han alzado la bandera de la igualdad de oportunidades en el medio rural; a sus maridos e hijos por apoyarlas y comprender que había que quitarles parte de su tiempo con ellos por un bien común; a todas las personas que nos han apoyado y que lo siguen haciendo, y como no, a las mujeres de más edad que nos abrieron el camino en una época donde las desigualdades eran aún más patentes.
Gracias por habernos ayudado a visibilizar y dar voz a las mujeres rurales y estar junto a nosotras desde el principio. Por confiar en AFAMMER durante nuestros comienzos, en el que un pequeño grupo de mujeres comenzó a recorrer los pueblos de España para hablar de mujer rural, cuando ya avisábamos de que si no ocupaban el lugar que les correspondía en la vida social, económica y en la toma de decisiones, pondríamos en grave peligro el futuro de nuestros pueblos.
Hoy nuestro medio rural tiene la generación de mujeres jóvenes mejor formadas de la historia. Y la tienen porque sus madres y abuelas tuvieron que hacer grandes sacrificios para que ellas tuvieran un futuro y las oportunidades que ellas no tuvieron.
Estas mujeres jóvenes quieren quedarse en nuestros pueblos, pero para ello necesitan el apoyo de las administraciones y la comprensión de toda la sociedad rural para que entienda que sin mujeres no hay futuro para nuestros pueblos.
Por todo ello, en este 8 de marzo quiero felicitar a todas las mujeres de España en especial a las de más edad y las que residen en nuestros pueblos que con mucho trabajo y esfuerzo contribuyen al desarrollo sostenible de nuestros pueblos y de toda la sociedad. Y me sumo al lema de Naciones Unidas para este día Internacional de la Mujer: Igualdad de género hoy para un mañana sostenible.
Hoy todas somos Una.
Acceso al Manifiesto del Día Internacional de la Mujer elaborado por AFAMMER: