La Igualdad de derechos en la mujer, es uno de los pilares fundamentales que Afammer ha puesto en valor desde sus inicios ya hace 40 años. En el trabajo diario que desempeñamos en nuestro departamento en Afammer, dedicado a las mujeres que sufren violencia machista de sus parejas o exparejas, tenemos presente que la violencia es causa de las desigualdades que han sufrido las mujeres, adolescentes y niñas desde siglos atrás.
La Igualdad es un derecho fundamental que ya nos viene reconocido en nuestra Constitución en el art 14 desde hace ya 44 años y que posibilita que todas las personas seamos iguales ante la ley, independientemente de cualquier condición o circunstancia personal o social como nuestro nacimiento, religión, opinión y sexo. El sexo ha determinado que las mujeres no hayan tenido las mismas oportunidades que los hombres y que no hayan tenido los mismos derechos.
Mujeres como Clara Campoamor, una de las mujeres que trabajó por acabar con la discriminación hacia la mujer, posibilitó que todas nosotras pudiésemos tener un derecho tan básico como votar. Porque si bien es libre su ejercicio en la actualidad, siglos atrás significaba no sólo que la mujer estaba vetada al derecho al voto, sino también, la imposibilidad de poder manifestar su propia opinión sobre las cuestiones vitales de la sociedad.
Hoy en día, somos muchas las asociaciones que trabajamos por la igualdad de oportunidades para las mujeres y niñas: igual acceso a la educación, mismo salario por el mismo trabajo, reconocimiento y capacidad de poder dirigir cargos directivos, conciliación familiar etc. pero aún quedan logros por conseguir en términos de igualdad.
Si bien se han conseguido muchos avances gracias a mujeres como Clara Campoamor o Concepción Arenal, pionera del feminismo en España, y una larga lista de mujeres que durante años han velado y luchado por nuestros derechos, se siguen percibiendo desigualdades entre mujeres y hombres, más si estas viven en entornos rurales y además, sufren violencia de género.
Dentro del programa de violencia de género que desarrollamos en Afammer, las mujeres que sufren violencia se han visto en una situación de especial vulnerabilidad frente a sus maltratadores, en una situación de inferioridad que hace evidente la desigualdad que ha sufrido la mujer por una marcada cultura patriarcal que en la mayoría de los casos, ha relegado a la mujer en un segundo plano.
Una de las causas de la violencia de género, es esta desigualdad entre mujeres y hombres, condicionada por una situación de dominio y poder sobre la mujer que siendo su pareja o expareja, considera que es de su propiedad.
La igualdad debe significar lo mismo para hombres y mujeres, en igualdad de condiciones, no ser ni mejores ni peores, simplemente iguales. El departamento de violencia de género de Afammer, formado por una técnica en igualdad, una psicóloga y una letrada, es testigo en primera persona de las dificultades en las que se encuentra una mujer maltratada a la hora de buscar un trabajo, independizarse y protegerse frente a su maltratador.
Desde Afammer, consideramos que todas estas barreras y dificultades a las que tiene que hacer frente una mujer, y más si vive en un entorno rural, serán superadas con una concienciación y educación en valores e igualdad.
Por ello, la dotación de recursos formativos e informativos, como recursos materiales y humanos, será vital para que todas las mujeres tengan los mismos derechos y oportunidades y lograr en un futuro, una sociedad libre de discriminaciones por razón de sexo y libre de violencia sobre las mujeres.
Mónica Monar Martín
Puertollano
