Inés Carballo, de Aitana Espirulina: “Es muy difícil innovar y ser una empresa pequeña”

En un pueblo alicantino de apenas 200 habitantes censados, El Castell de Guadalest, nace la espirulina que produce y comercializa Inés Carballo bajo la marca Aitana Espirulina. En plena pandemia, esta bióloga marina decidió emprender su proyecto y apostar por “el alimento más denso en nutrientes que se conoce”, que apareció en la Tierra hace más de 3.500 millones de años.

Es muy bonito emprender, pero hay que estar dispuesto a sacrificar muchas cosas”, cuenta Inés a AFAMMER, apuntando que se multiplica para atender todas las labores que le exige su empresa: cultivo del producto, mantenimiento de la web, comercialización, comunicación, reparaciones, redes sociales,…

La espirulina que cultiva Inés Carballo, “en balsas poco profundas con agua semi dulce y muy alcalina”, se puede tomar fresca, pero ella suele deshidratarla para darle una vida más larga al producto, facilitando así su transporte y comercialización,. De esta forma, hace llegar este superalimento, aún poco conocido por el gran público, cada día a más gente.

  • ¿En qué momento decides emprender y apostar por un producto tan poco habitual como la espirulina?

Los inicios fueron duros, supongo que como para todo el mundo. Yo estudié biología marina y me especialicé en el cultivo de microalgas trabajando para una empresa tecnológica allá por el 2003. Pero fue mucho después, de vacaciones por Francia, donde descubrí el cultivo artesanal de espirulina y me cautivó totalmente. Comencé algunas formaciones y empecé mi proyecto piloto. Después llegó la pandemia y no pude irme a trabajar a Francia en la granja que tenía apalabrada, así que decidí liarme la manta a la cabeza y emprender aquí, en un huequito entre los olivos.

La granja está en Guadalest, un pueblecito en la Sierra de Aitana de Alicante, y Aitana, es su montaña más alta. Gracias a ella esta zona es más verde y lluviosa de lo habitual, ella me da la lluvia con la que luego cultivo la espirulina y rige el microclima de la zona. Además, tiene muchas leyendas y una historia que se remonta al paleolítico. Es un lugar muy especial y quería que quedara reflejado en el nombre de la granja.

  • Cuando te lanzaste al mundo del emprendimiento, ¿contaste con algún tipo de ayuda de la administración local, autonómica o nacional?

Desgraciadamente y pese a haber contactado con mi ayuntamiento para pedir ayuda e información, no me brindaron ningún tipo de apoyo. Más tarde me enteré de que existía un organismo que te ayuda con las subvenciones e incluso había ayudas por emprender en el medio rural… pero llegué demasiado tarde. Sin embargo, a nivel autonómico fueron siempre muy amables y, pese a desconocer muchos aspectos burocráticos del cultivo de microalgas, hicieron todo lo posible por ayudarme con la tramitación de los permisos. Es muy difícil innovar y ser una empresa pequeña.

  • ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene ser tu propia jefa?

En mi caso las ventajas son las mismas que los inconvenientes. Por ejemplo, soy dueña de mi tiempo y trabajo cuando hace falta, lo malo es que suele ser todos los días, incluidos festivos. El caso es que no me puedo quejar de mi jefa porque soy yo misma (risas).

Lo bueno es que todas esas horas de trabajo, la mayoría no remunerado, lo hago con pasión y convicción, y cada progreso que hago lo siento de verdad. Es muy bonito emprender, pero hay que estar dispuesto a sacrificar muchas cosas.

  • ¿Qué beneficios tiene la espirulina?

Tiene muchos beneficios para nuestra salud. Es el alimento más denso en nutrientes que se conoce, por eso evita carencias nutricionales. Contiene 10 veces más hierro que la carne, así que ayuda mucho a las personas con anemia. Además de ser fuente de proteína, también contiene todas las vitaminas (excepto la vitamina C). Por eso es un aliado para las épocas de cansancio o incluso para fatiga crónica.

Pero lo más notable es su capacidad antioxidante. Contiene varios antioxidantes muy potentes, que evitan el daño oxidativo de las células, tiene efecto antiinflamatorio y refuerza el sistema inmune.

Lo bueno es que no son suposiciones de marketing, sino que hay muchos estudios científicos que lo avalan. Siempre hay que informarse con respaldo científico y huir de los blogs.

  • ¿La espirulina tiene efectos saciantes?

Tiene cierto efecto saciante, además contiene triptófano, que nos ayuda en el control de la ansiedad. Pero no es el efecto más remarcable, aunque muchas marcas la venden como adelgazante porque saben que eso tiene gancho. Definitivamente, su efecto sobre la salud y el sistema inmune es mucho más interesante.

  • ¿Es uno de los llamados ‘superalimentos’?

Hay mucha controversia con el término superalimento, sobre todo porque ahora todo el mundo quiere subirse al carro y no es oro todo lo que reluce. Como superalimento se entienden aquellos alimentos que contienen cantidades de nutrientes esenciales mucho más elevadas de la media. En ese caso, la espirulina es realmente un superalimento, por su elevado contenido en aminoácidos, vitaminas y minerales.

  • ¿Cómo se toma la espirulina (comprimidos, en polvo,…)?

Se puede tomar fresca, recién cosechada, que sería su forma ideal. Pero dura poco en el frigorífico y los pedidos aún no son tan frecuentes como para lanzarme a la piscina y comercializarla, así que hay que conservarla de alguna forma. Suele ser con el deshidratado o mezclándola con miel como hago con mi Verdemiel.

En cuanto a la espirulina deshidratada, es la forma más habitual. Lo que hay que intentar es que el deshidratado no estropee sus propiedades. La espirulina en polvo que se vende en la mayoría de las tiendas (aunque sea ecológica) es industrial y para hacer ese polvo fino tienen que pasarla por unas estufas a más de 170ºC. En cambio las hebras crujientes las deshidrato a 43ºC con mucho cuidado para no perder los antioxidantes y vitaminas.
En el mercado puedes encontrarla de muchas formas, pero cuanto más natural sea el formato, mejor.

  • ¿Cuál es el origen de la espirulina?

La espirulina lleva en la Tierra desde hace más de 3.600 millones de años, por lo que su origen es el inicio mismo de la vida. Sin embargo actualmente solo se encuentra en algunas lagunas alcalinas tropicales, porque es el ambiente más similar a la Tierra Primitiva que tanto les gusta. Calor, agua alcalina y nutrientes disueltos. No es un alga marina como muchos dicen.

  • ¿Cómo se fabrica la espirulina? ¿Cuál es el proceso que lleva hasta que la consume el cliente?

La espirulina se cultiva en balsas poco profundas con agua semi dulce y muy alcalina. Luego se cosecha con unos filtros muy muy finos y así se obtiene una pasta o biomasa de un color verde intenso. Esa es la espirulina fresca que se puede consumir tal cual. Si no, hay que deshidratarla o mezclarla con miel para preservarla y que llegue al consumidor.

  • ¿Desde cuándo se toma espirulina?

Su consumo más antiguo está documentado por las culturas precolombinas del centro y sur de América. La cultivaban en los lagos en los que crece naturalmente, la extraían con coladores y la secaban al sol para hacer una suerte de tortas verdes llamadas Tecuitlatl. En el Chad, también la consumían de forma habitual, fue allí donde se descubrió en los años 60, que fue cuando se introdujo su consumo en Europa y comenzó su cultivo industrial.

  • ¿Cuál es la diferencia entre la espirulina que fabricas tú y la que se vende en grandes supermercados como Mercadona, Carrefour o Eroski?

No tiene nada que ver. La que yo cultivo es muy pura, no tiene contaminantes y, además, el agua y nutrientes que utilizo pasan estrictos controles. También deshidrato a baja temperatura para preservar sus propiedades. La que se distribuye en grandes y pequeñas cadenas comerciales viene de lejos (aunque rara vez ponen el origen de la espirulina en el paquete), normalmente de India o China, donde la normativa de higiene es muy laxa y está secada a elevadas temperaturas, por lo que pierde la gran mayoría de bioactivos.

  • ¿Vendes directamente al consumidor o tienes proveedores e intermediarios?

Vendo directamente a través de mi página web y mercados. También estoy en varios puntos de venta como tiendas pequeñas comprometidas con el producto local. Los puntos de venta aparecen también en mi web y me gusta mucho que la gente vaya allí a comprar.

  • ¿Cuántas personas formáis Aitana Espirulina?

Por ahora sigo haciendo yo sola todo (todo, literalmente). Me ocupo del cultivo, que es lo que menos faena da, pero también me encargo de la web, la comercialización, la comunicación, reparaciones, redes sociales… ¡es un no parar!

  • Si pudieras volver al momento en el que decidiste emprender, ¿qué cambiarías?

Ahora sé dónde ir a pedir ayuda, sobre todo a nivel administrativo. Definitivamente, sería eso, conseguir más ayuda.

  • ¿Qué les dirías a esas mujeres del medio rural que tienen un negocio pensado, pero no se deciden a emprender?

Emprender está muy de moda y, ciertamente, es una aventura muy enriquecedora. Pero sabiendo que el 80% de los emprendimientos terminan antes de los primeros 3 años, les diría que tracen bien el plan de negocio y se formen en marketing, que tener ideas es fácil, pero si no son rentables es también muy fácil que se conviertan en una decepción.

  • ¿Cuáles son tus planes de futuro al frente de Aitana Espirulina?

¡Pues estoy justamente ahora trabajando en la evolución de Aitana Espirulina! He creado otra empresa junto con mi socio Gastón para hacer extractos de espirulina y otras especies mediterráneas. Es más biotecnológica y menos artesanal, pero a mí me motiva mucho, porque al final, la cabra tira al monte, y yo soy investigadora. Se llama Pleiades Innovation y espero que despegue en enero de 2024.

  • ¿Algo más que añadir?

Creo que, pese a como nos pintan el futuro en las noticas y las películas de ficción, está en nuestras manos cocrear un mundo en el que las cosas se hagan bien. El consumidor tiene más poder del que cree para mejorar su salud y la del planeta, la clave está en informarse bien de qué comemos y de dónde viene nuestro alimento.