La igualdad es el camino andado por mujeres y hombres que buscan y desean tener una vida más plena y feliz

Mar Delgado

Hablar de igualdad es también hablar de responsabilidad, de actuación, de ejemplaridad, de respeto, de trabajo, de equidad, de honestidad, y para mí lo más importante, hablar desde el hecho y no desde mi interpretación convertida en “la realidad” y presentada como ÚNICA VERDAD.

He aprendido que yo soy la primera y única responsable de mis actuaciones, de aquellos pasos que día a día doy en mi vida. También, cómo no, la responsable y beneficiaria de las consecuencias, tanto positivas como negativas,  que se derivan de todos esos hechos. 

Decir, que a lo  largo de mi vida, no he encontrado obstáculo que salvar, sería mentir. Pero también, sería deshonesta conmigo, señalar que esos obstáculos se derivan de conductas exclusivamente en detrimento de la igualdad de género. En mi camino he encontrado hombres y mujeres, personas todas ellas extraordinarias, que me han ayudado a crecer y desarrollar todo mi potencial; y también, hombres y mujeres que han intentado obstaculizar ese crecimiento. En todo momento he tenido y tengo voluntad de actuación y decisión. Eso es algo que nadie ni nada ha podido o puede arrebatarme. 

Cuando se presente la oportunidad de mejorar nuestra situación, hay que aprovecharla; cuando vemos que nuestra situación está siendo vilipendiada por otras personas, hay que denunciarla, de lo contrario estaríamos siendo encubridores de ese posible delito; cuando tenemos la oportunidad de generar o innovar un cambio, debemos actuar. Eso, sí está en nuestras manos.   

Podemos ser meros espectadores, contempladores de la vida, y por supuesto eso también está dentro de nuestra libertad. Pero si algo he aprendido, es que ser participes de manera activa, de intervenir en los cambios o provocar esos cambios, tan solo depende de mí, y también del legado que quiera dejar a mi hija y del respeto que tenga por tantas mujeres y hombres que han luchado y actuado para tener lo que hoy tenemos. 

Hombres y mujeres, mujeres y hombres, trabajando por y para el progreso mejorable de nuestras vidas. Así es como estamos educando a mi hija, mostrando que somos personas que nos necesitamos para evolucionar, mejorar, progresar, en definitiva, para vivir una vida plena y feliz. 

Mar Delgado