Áurea Román, de Arila Producciones: “Un pueblo te aporta más calidad de vida”

Justo antes de que la pandemia de la COVID-19 nos encerrara a todos en nuestras casas, Áurea Román decidió abrir su propia empresa. Pese a licenciarse en Psicología, siempre tuvo claro que estar detrás de las cámaras le despertaba un interés especial y una pasión que, con el paso de los años y una buena formación, se ha convertido en un trabajo, su propio negocio, que desarrolla felizmente en su pueblo, Chirivel, lugar del que salió para formarse en Granada.

Este municipio almeriense de poco más de 1.500 habitantes fue el lugar de nacimiento de Arila Producciones, la marca audiovisual con la que Áurea crea vídeos para empresas o realiza sesiones fotográficas para potenciar los valores de una clientela a la que también ofrece servicios de marketing o gestión de redes sociales, entre otras cosas como reportajes de bodas o realización de cortometrajes.

Convencida de que con su trabajo ayuda «a romper esos estereotipos tradicionales de que en un entorno rural uno solo puede dedicarse a cosas relacionadas con la agricultura y la ganadería», Áurea Román apunta a que el papel de las mujeres en el medio rural ha cambiado, respecto a la imagen que se daba de de ellas años atrás. «Las mujeres rurales de hoy somos empresarias, modernas, inteligentes, con estudios, con nuevas ideas y retos», recalca Áurea en esta entrevista.

 

  • ¿En qué momento decidiste emprender en el medio rural?

En mi familia continuamente he estado rodeada de emprendedores por lo que, aunque también he tenido otros sueños en mente, siempre he tenido esa idea rondándome en la cabeza. Crecí en un cortijo de Chirivel rodeada de naturaleza y siempre he necesitado de ese vínculo con el campo para sentirme bien, así que supongo que era la consecuencia natural de mi crianza, mis valores y mi forma de ser.

Comencé con Arila en enero del 2020, así que inauguré mi vida como autónoma con la pandemia. Eso hizo que tuviera que reconducir bastante la idea inicial que tenía, ya que me encontraba en un punto en el que no podíamos trabajar con clientes cara a cara. La idea de Arila nació como una productora audiovisual para creación de vídeo, pero ahora abarca funciones más amplias como el marketing, la creación de contenido y gestión de redes sociales o la fotografía. Aunque nuestro principal servicio sigue siendo la videografía.

Antes de comenzar como autónoma trabajé con otros compañeros del sector en proyectos muy diversos. En estos últimos años Arila ha creado sobre todo contenido para empresas, pero también algunos videoclips, cortometrajes, bodas, sesiones de fotos, etc.

  • ¿Por qué elegiste el nombre de Arila para tu proyecto?

Me encanta que me preguntes esto. En botánica se trataba de una extensión del “cordón umbilical” de las semillas, lo que conecta la semilla al ovario. Encontré mucho simbolismo en esa palabra en cuanto a la representación de mi vida y valores. Me gustó la idea de crear Arila para que fuera esa parte de las personas o las empresas que la hacen crecer, que la alimentan de alguna forma y permiten que se desarrollen de la manera adecuada. Además, reflejaba muy bien mi vínculo con la naturaleza y con las cosas antiguas, ya que arila es una palabra en desuso que solo podemos encontrar en escritos o libros antiguos. Por eso se puede observar una pequeña semilla al final del logo de Arila.

  • ¿Es mejor emprender en un pueblo o en la ciudad? ¿Dónde es más barato y dónde hay más apoyos?

Pues a ver… esto es como todo, cada lugar tiene unas ventajas e inconvenientes. Yo he estado 15 años en la ciudad y no puedo negar que me ha aportado cosas muy buenas y además ha sido una ciudad, Granada, a la que he amado y amo. Pero también es cierto que un pueblo te aporta más calidad de vida a nivel personal, se vive de otra manera.

En mi sector, en cuanto a oportunidades y sinergias, la ciudad se presta más a ello, simplemente porque hay más gente dedicándose a lo mismo que tú y cuando das con buenas personas se produce mucho hermanamiento. Siempre hemos dicho que de los rodajes salen familias. El pueblo en ese sentido es más solitario, pero se producen otros vínculos con los clientes. No será la primera ni la última vez que conozco a alguien en un proyecto profesional y terminamos manteniendo un contacto personal a lo largo de los años. Aunque creo que esto al final no depende tanto de si es pueblo o ciudad, sino de la suerte que tengas encontrándote gente en tu camino.

En cuanto a los apoyos, diría que son mayores en los pueblos porque todo el mundo se conoce y no eres “uno más”, es más fácil ser alguien cercano para una persona en un pueblo. Por ejemplo, en mis inicios sí que pude comparar el CADE de la ciudad con el de mi comarca y no hay color. En el pueblo he tenido un trato maravilloso por parte de Andrés Romero que siempre ha estado pendiente de si había algo que me pudiera venir bien. En la ciudad, pues seguramente era una más entre miles y es mucho más difícil tener ese trato. Económicamente, no he notado diferencia ya que el equipo audiovisual que usamos es caro y hay que adquirirlo en tiendas especializadas de las que no disponemos aquí, pero hoy en día con la venta online tampoco es un problema.

  • ¿Siempre tuviste claro que querías dedicarte al mundo audiovisual?

Pues a medias, yo de niña soñaba con ser actriz y cantante, pero lo metí en esa caja de cosas que son sueños imposibles, era otra época, y me licencié en Psicología. Pero es cierto que cada vez que había oportunidad yo cogía una cámara para grabar con los compañeros. El primer documental que hice fue con 17 años en mi pueblo, y ya en la carrera de Psicología el primer cortometraje y un anuncio que concienciaba sobre los estereotipos. Además, compaginaba los estudios con clases de interpretación y participaba como actriz en proyectos de otras personas. Eso fue lo que me hizo darme cuenta de que me llamaba la atención el mundo que había detrás de las cámaras y cuando terminé la carrera me formé para ser Técnico de Imagen mediante un Grado Superior en Realización de Proyectos Audiovisuales, un máster en Cinematografía y varias formaciones más en marketing. Así que, aunque no siempre lo tuve claro, digamos que “la cabra tira al monte”.

  • De todos los servicios que ofreces en tu web, ¿con qué trabajos disfrutas más? Por otra parte, ¿cuáles son los que más te demandan?

Lo más demandado son vídeos, sesiones fotográficas tanto de personal como de productos, otros contenidos para redes sociales o webs de negocios y sesiones de fotos personales a particulares. Disfruto mucho con todo mi trabajo, sobre todo cuando son cosas nuevas y tienen un alto componente creativo, ahí es cuando me siento emocionalmente en casa. Entre mis favoritos está crear cortometrajes, aunque también por el volumen de personas y equipo que necesitas es lo más complejo de levantar, ya que requiere un presupuesto más elevado. También disfruto muchísimo con las bodas, soy fan de las historias de amor y de la emoción de todo lo que sucede en una boda. Da igual que no conozca a los novios, siempre acabo emocionándome. Luego veo sus caras cuando ven la edición final y también me invade la felicidad que ellos están sintiendo. Son momentos preciosos, la verdad. Me encanta encontrar esos detalles que son importantes para la pareja y familia y contarlos bajo mi punto de vista, desde la sensibilidad que siempre me ha acompañado.

  • ¿Cómo influye tu trabajo en los negocios locales que contratan tus servicios?

Sobre todo aporta visibilidad, o más bien “la visibilidad adecuada” y también estar frecuentemente en la mente de tu público objetivo. Las primeras preguntas que suelo hacer a mis clientes cuando se trata de negocios es “qué quieres transmitir con esto, cuáles son los valores de tu negocio y cuál es el problema que puedes solucionar de tus clientes”, a partir de eso comenzamos a crear. No se trata de hacer contenido para hacer un check en una lista. Se trata de transmitir las ideas que definen tu empresa, de mostrar todo lo bueno que tienes que aportar y si además lo haces de una forma original y que conecte con las personas a través de la emoción, el humor o la actualidad, mejor que mejor.

Dime cuáles son los tres trabajos que has hecho de los que más orgullosa te sientes

La verdad que es difícil escoger. Me siento orgullosa de muchos de mis trabajos por diferentes motivos.

Como cortometraje voy a decir “Papá”, porque aunque no es un proyecto ambicioso técnicamente, lo hicimos con muy pocos recursos, en poco tiempo y con dos de las personas más importantes de mi vida. Con él nos llevamos el primer premio de nuestras vidas, y eso no se olvida, y además de la mano de un creador al que toda la vida he admirado y admiro muchísimo, David Sainz. Por otro lado, es un cortometraje que honra la figura de esas madres que por circunstancias de la vida han tenido que criar a sus hijos solas.

Como trabajos para negocios, me enorgullece contar con clientes como la Dra. Isabel de Clínica Dental DOR, porque se prestan para crear cosas nuevas y creativas y de ahí salen vídeos que son profesionales, pero también diferentes, emotivos y divertidos y eso me encanta. Además, como profesionales y como equipo, Isabel y yo hemos ido creciendo juntas a lo largo de estos años y ese vínculo y crecimiento de ambas para mí también es motivo de orgullo.

También en mi mente resuenan algunas bodas y sesiones de fotos que fueron muy especiales, tanto por las personas que estaban implicadas como por el resultado final que conseguimos.

  • ¿Quiénes forman el equipo de Arila Producciones?

Arila Producciones es mi marca como autónoma, en ese sentido Arila soy yo, pero casi siempre trabajo con otras personas. El equipo varía en función del tipo de proyecto a desarrollar, tengo la suerte de contar con compañeros del sector que trabajan conmigo bajo el sello de Arila. Y también de contar con otras empresas con las que se ha generado este vínculo de “ir todos a una” y con una sincronización y comunicación maravillosa. Así que me suelo sentir formando parte de un grupo de trabajo cercano y excepcional.

  • ¿Crees que falta gente en el mundo rural que se dedique a potenciarlo de la forma que lo haces tú? ¿O tienes mucha competencia en el sector?

La verdad, yo no hubiera dicho nunca que potencio el mundo rural, pero sí creo que de alguna forma ayudo a romper esos estereotipos tradicionales de que en un entorno rural uno solo puede dedicarse a cosas relacionadas con la agricultura y la ganadería. No se me quita de la cabeza esa típica imagen estereotipada de la mujer con el pañuelo en el campo que a día de hoy se mantiene vigente. Las mujeres rurales de hoy en día no somos eso, o no solo eso al menos. Somos mujeres empresarias, modernas, inteligentes, con estudios, con nuevas ideas y retos. Yo estoy rodeada de un montón de mujeres rurales que llevan diferentes negocios y no se parecen nada a esa imagen que nos venden a veces en los medios de comunicación. Esto no significa que “la mujer del pañuelo” no pueda tener estas cualidades, solo significa que hoy en día ya no se nos puede representar de una sola forma, porque somos avance y diversidad.

Hoy en día con las buenas comunicaciones que tenemos, tanto por carretera, como con internet, la cantidad de opciones de las que disponemos la gente de pueblo para montar negocios es muchísimo más amplia.

En cuanto a la “competencia”, hay pocas personas que den servicios parecidos a los míos en esta zona, pero igualmente hace tiempo que deseché ese término de mi forma de pensar, prefiero hablar de compañeros. He aprendido que el bienestar de uno no es la ruina del otro. Al contrario, cuando se trabaja con ética profesional, eso que la gente llama “competencia” te puede dar trabajo y tú a ella. Lo importante es respetar a la gente siempre, no intentar perjudicarles de ninguna forma y en resumen, no realizar acciones poco éticas. Creo que cuando se juntan personas con esta filosofía solo se puede hablar de compañeros.

  • ¿Recomendarías a otras mujeres emprender en el medio rural?

Yo recomiendo a la gente emprender donde les haga felices. No todas las personas somos iguales, ni necesitamos lo mismo. Estamos en este mundo un parpadeo y lo único que importa en esta vida, aparte de cubrir las necesidades básicas de todas las personas, es haber sido todo lo felices que podamos. Si eso te lo da la ciudad, perfecto. Pero si, como en mi caso, necesitas estar cerca de la naturaleza y el campo para sentirte bien, el consejo que les doy es que no se corten las alas por los estereotipos, porque hoy en día hay muchos modelos de negocio que pueden desarrollarse en un entorno rural.

  • ¿Crees que para las mujeres es más complicado emprender en el medio rural que para los hombres?

Creo que para las mujeres es más complicado emprender en general. Aún nos queda camino por recorrer para que exista una verdadera igualdad. Yo misma, que quiero ser madre, me planteo a veces cómo voy a hacer cuando tenga un hijo y a cuántas cosas de mi carrera profesional tendré que renunciar. Y eso que yo tengo la suerte de contar con una pareja maravillosa con la que estoy segura de que vamos a tener una corresponsabilidad real en la crianza. Pero soy consciente de que esto no es lo habitual, incluso a día de hoy. Tradicionalmente somos las mujeres las que renunciamos a nuestra carrera por los hijos, bien porque el hombre no puede permitirse psicológicamente ser visto como el “amo de casa”, bien porque la mujer tiene un sueldo inferior y acaban eligiendo el más alto, etc… hay miles de factores psicológicos y sociales que aún dificultan a la mujer desarrollar y mantener en crecimiento su carrera profesional y está mucho más normalizado socialmente que nosotras dejemos el trabajo por cuestiones relacionadas con los cuidados (no solo de los hijos) a que lo deje un hombre. Muchas mujeres que desean tener hijos, se ven obligadas a elegir si ser madre o perseguir su camino profesional.

  • ¿Has recibido algún tipo de subvención que te ayude a desarrollar mejor tu trabajo?

La verdad es que no, todo el equipo lo he comprado a base de ahorro de lo que he ido trabajando e invirtiéndolo en mi negocio. Intenté una vez conseguir una ayuda, pero no salió bien.

  • ¿Eres más feliz ahora que trabajas y vives en tu pueblo que cuando estuviste en la ciudad?

Creo que soy igual de feliz, en ambos sitios hay momentos buenos y malos. Es cierto que vivir en el campo a mí personalmente me aporta paz y calidad de vida. Poder salir del despacho cuando estoy agobiada y respirar aire limpio, disfrutar de las maravillosas vistas y de muchos encuentros casuales con animales que me aportan mucha felicidad, pero en la ciudad también encontraba cosas por las que ser feliz.

  • ¿Cuáles son tus planes de futuro como empresaria?

Pues me encantaría crecer hasta poder contratar a más personas, siempre soñé con crear una empresa cercana en la que se creara una comunidad que se tratase como familia. Así que mis planes de momento son seguir trabajando, crecer poco a poco, conocer más personas que confíen en mí y en mi trabajo para desarrollar sus proyectos, e intentar cumplirlo.

  • ¿Algo más que quieras añadir?

Que ha sido un placer contestar a tus preguntas, te doy un agradecimiento inmenso por fijarte en mí y contactar conmigo para hacer esta entrevista, para que más personas conozcan Arila Producciones y con suerte a inspirar a otras muchas mujeres para que intenten cumplir sus metas laborales. Un gran abrazo.