Desde muy pequeña, Estrella Sobrino vio el potencial del mundo rural. Lo hizo desde Ciruelos de Coca (Segovia), un pueblo de unos 150 habitantes que acogía a muchas más personas cada fin de semana, aumentando las posibilidades de jugar con otros niños para una community manager en potencia que, con el paso de los años, trabajaría dedicándose a sus dos grandes pasiones: los pueblos y las redes sociales.
Tras formarse en la Escuela Superior de Turismo como Técnico de Empresas y Actividades Turísticas y aumentar sus conocimientos en comunicación y marketing con varios cursos y másteres, Estrella Sobrino se lanzó al mundo del emprendimiento especializándose en alojamientos rurales.
Aficionada al enoturismo, nunca descansa en su afán de conocer nuevos pueblos y es por ello que va tachando, poco a poco y viaje a viaje, los destinos marcados por la lista de Los Pueblos más Bonitos de España. “Tengo la lista impresa y cada año procuro conocer cinco”, asegura Estrella.
- ¿Cómo empezó tu andadura como community manager y mujer rural emprendedora? En tu web te presentas como community manager para alojamientos turísticos, ¿por qué elegiste ese campo concreto?
Sin saberlo, el turismo rural y las redes sociales corrían por mis venas ya desde pequeña.
Yo nací en un pueblo de Segovia muy pequeño que los fines de semana se llenaba de gente. No de turistas, porque el pueblo no era turístico, pero sí de vecinos que tenían casa allí. Venían con sus hijos, por lo que yo tenía más amigos con los que jugar. Era estupendo ver la plaza llena de críos jugando y el bar del pueblo abierto. Para mí no era suficiente, porque yo quería amigos nuevos todos los días, y es por ello que con siete años puse un anuncio en la SuperPop que decía: “Soy una niña de un pueblo pequeño que quiere conocer gente como tú”. Dejé mi dirección y recibí más de cien cartas, comenzando así una correspondencia con esas personas usando las que hacen 40 años eran las redes sociales de las que disponíamos.
En la época del colegio, un orientador laboral nos hizo un test para ver qué seríamos de mayores. A la semana siguiente nos dio los resultados y los míos decían: “Trabajarás en algo que sea de conocer gente y viajar”. Pero, ya ves tú, con 11 años eso era como si te dicen que vas a ser astronauta. Sorprendentemente, tiempo después, el orientador acertó.
Recuerdo que mi familia, todos los inviernos, hacía la matanza del cerdo y los productos los vendía a los vecinos de mi tío madrileño. Un año les dije a mis padres que estaría bien que viniesen los vecinos y se quedasen un fin de semana en casa para ver el proceso entero y conocer el pueblo. Sin saberlo, era una idea de turismo rural, con alojamiento incluido.
Cuando llegó el momento de decidir qué estudiar opté por la carrera de Turismo (lo tenía clarísimo). Me la jugué a una prueba de selección que, de haberla suspendido, me habría trastocado los planes porque no tenía nada más en mente. Esto me permitió trabajar en el sector, nada más acabarla, durante 25 años, tanto en España como en el extranjero.
En los últimos años de mis estudios, cuando empezó el boom de las redes sociales, me metí en ellas de lleno y realicé un máster de marketing digital y bastantes formaciones online.
Dato curioso: la última diapositiva de la presentación del TFM eran fotos de propietarios de casas rurales a los que nombré uno a uno y dije la frase “por ellos por mí por un año de mucho turismo rural e hice como el gesto de brindar”
Cuando llegó la pandemia, el mundo se paró y tuve que cerrar mi etapa laboral en el sector turístico. Entonces pensé: ¿por qué no ayudar a que los pueblos vuelvan a escuchar sonrisas de niños los fines de semana? ¿puedo ayudar a propietarios de alojamientos rurales a que sus negocios sean rentables a través de mi conocimiento en el sector turístico y mi formación en marketing? Y la respuesta a las dos preguntas fue SÍ.
Así nació la comunidad de Los Ruralistas. Es una comunidad formada por propietarios de casas rurales y fans de turismo rural.
Tenía muy claro a quién quería ayudar y no entraba en mi mente otra opción.
Tras una vida entera dedicada al sector turístico, ‘la niña de pueblo’ decidió reinventarse como community manager para alojamientos rurales. Soy de pueblo, he vivido y trabajado en pueblos y ciudades, pero el arraigo a lo rural está dentro de mí.
Quiero ayudar a que los alojamientos rurales sean rentables para que los pueblos donde se sitúan no mueran, que tengan vida con la llegada de turistas. Quiero evitar que esas localidades no sean víctimas de la España vaciada y que sus propietarios puedan vivir de ello, bien como primera fuente de ingresos o como ingreso complementario.
Es muy triste cuando vas a visitar un pueblo y ves las casas cerradas o derruidas.
- ¿Crees que es mejor emprender desde un pueblo o desde una ciudad? ¿Por qué?
Sin duda, desde un pueblo. La calidad de vida es infinitamente mejor a la hora del día a día.
Con buena conexión a Internet, como ya ofrecen muchos pueblos, es una gozada trabajar así. Si quieres “jarana” en 40 minutos te plantas en la ciudad y vas a ver un teatro, un concierto o lo que te apetezca.
En los pueblos el coste de vida es mucho más bajo, vas andando a todos los sitios, estás rodeado de naturaleza, tienes menos estrés…
- ¿Qué tipo de clientes suelen reclamar tus servicios?
Por un lado, propietarios de alojamientos rurales que “no les da la vida” porque el alojamiento es su segunda fuente de ingresos y necesitan delegar en alguien la creación y gestión de contenidos. Por otro lado, aquellos propietarios que sí que tienen tiempo, pero que les falta conocimientos para manejar el Instagram de su casa rural y cogen el infoproducto que he creado, llamado AlojaInsta, que es un documento muy completo, con el que aprenden a optimizar bien el perfil y a crear la estrategia de contenidos (que funciona) para tres meses.
- ¿Cuál es tu modus operandi cuando cierras un acuerdo con tu cliente?
Si se trata de infoproducto, lo envío por correo electrónico y a los diez días hacemos una video llamada para resolver todo tipo de dudas. Si se trata de otros servicios, el proceso es más complejo porque, dependiendo del servicio, puede conllevar unos u otros pasos.
- Además de ofrecer tus servicios como Community Manager, ¿impartes talleres para enseñar a manejar redes sociales?
De momento no imparto talleres, ni presencialmente ni online, pero es algo que no descarto hacer de cara al próximo año.
Lo que sí que puedo adelantar es que en 2024 lanzaré otro infoproducto, que será como AlojaInsta pero de Tik Tok para aquellos propietarios de casas rurales que quieran trabajar esa red social.
- Háblame de los servicios que ofreces
Infoproducto AlojaInsta: Es un documento creado específicamente para propietarios de casas rurales que quieran manejar Instagram con estrategia y sin estrés, para conseguir más visibilidad de su casa rural y potenciales reservas.
Infoproducto AlojaMail: Es un documento creado específicamente para propietarios de casas rurales que quieran trabajar el email marketing, para fidelizar huéspedes y aumentar reservas.
Auditoría de perfil de Instagram: A grandes rasgos, le señalo al propietario los fallos que tiene , le indico cómo corregirlo y le marco la estrategia de contenidos a seguir
A los 15 días hacemos una video llamada de revisión para resolver cualquier duda.
Gestión de Instagram y creación de contenidos para Instagram: Gestiono yo la cuenta totalmente, el propietario lo único que tiene que hacer es enviarme material para la creación de contenidos. Yo lo creo y el propietario lo publica.
En 2024, además del lanzamiento del infoproducto de Tik Tok, tendré más servicios.
- ¿Crees que la labor del community manager está bien valorada?
Hay de todo. Lo que sí que es verdad es que hace falta todavía mucha labor de “educación” en el sentido que a día de hoy aún hay personas que no saben qué es “eso”.
- ¿Cómo puede repercutir tu trabajo en el éxito del cliente que te contrata?
Gana en tranquilidad y en poder tener más tiempo de ocio. Gana en visibilidad de su alojamiento rural, en diferenciación frente a la competencia y, con el tiempo, porque esto es una labor de pico y pala, en un mayor número de reservas.
No hay que olvidar que las redes sociales es solo una de las “patas” de un alojamiento rural. Que hay que trabajarlas junto a otra serie de estrategias como, por ejemplo, el email marketing, la asistencia a ferias, publicidad en prensa on-line,…
- ¿Cuáles son tus redes sociales favoritas?
Para trabajarla, la que más me gusta es Instagram, pero como “consumidora” utilizo más Tik Tok y Twitter (ahora llamada X).
- En Facebook gestionas un grupo con casi 6.000 miembros para propietarios de alojamientos rurales, pero también para fans del turismo rural. ¿Cuándo abriste este grupo? ¿Por qué tiene tanto éxito?
La comunidad de Facebook es una parte del mundo de Los Ruralistas.
En Facebook doy visibilidad a los alojamientos rurales de manera gratuita y los fans de turismo rural hacen peticiones de reservas. Son los propios propietarios quienes responden en comentarios, por lo que ahí yo no tengo nada que ver.
He unido oferta y demanda en una misma comunidad. Además, publico en este espacio noticias útiles, entrevistas, consejos,… Es una comunidad muy viva. Cierto es que conlleva mucho trabajo pero es muy gratificante.
En ese mundo que te comento entra también el canal de YouTube donde entrevisto a propietarios de alojamientos rurales para que hablen sobre su negocio. En los shorts de YouTube saco mi lado más gamberro y doy consejos y noticias de una manera más informal.
También está mi podcast Hablando sobre turismo rural donde trato temas de turismo rural y de redes sociales en episodios donde la máxima duración son diez minutos.
Y finalmente la newsletter de Los Ruralistas en la que una vez por semana envío noticias de redes sociales, consejos útiles para la gestión de su negocio como, por ejemplo, motores de reservas o información sobre el nuevo registro de viajeros, entre otras cosas.
En Facebook doy visibilidad a Los Ruralistas , en YouTube les doy voz y en la newsletter conocimientos.
- ¿Son los alojamientos rurales una manera de mantener vivos los pueblos?
Sin duda. Una persona que va de casa rural no está dando solo dinero al propietario de la casa rural, también al panadero a quien le coge el pan para el desayuno, al de la carnicería cuando le compra la carne para la barbacoa, al de la pastelería donde adquiere los dulces típicos…
- En tu experiencia con alojamientos rurales, ¿suele haber más propietarios hombres o mujeres?
No conozco a todos los propietarios de España (risas). Lo que sí que te puedo decir es que en la comunidad de Los Ruralistas hay un 70% mujeres y un 30% hombres, a día de hoy.
- ¿Qué ventajas y desventajas tiene ser tu propia jefa?
Desde pequeña he sido muy responsable y disciplinada algo que me ha ayudado mucho cuando empecé a trabajar. Soy muy organizada (aunque mi mesa esté llena de papeles jaja). Pero, sin duda, la mayor ventaja es que yo marco los tiempos y eso es oro. Desventajas, de momento, no veo ninguna.
- ¿Qué les aconsejarías a esas mujeres del medio rural que tienen una idea y no se deciden a emprender?
Pues que el no ya le tienen, y que si algo sale mal habrán adquirido experiencia para la próxima vez. Que disfruten del día a día y cada logro positivo que consigan, por muy pequeño que sea, lo celebren.
- ¿Qué planes de futuro tienes?
Futuro más inmediato, seguir formándome, asistir a Fitur y el lanzamiento de un nuevo infoproducto.
Quiero continuar trabajando, con muchas ganas, por el turismo rural y, entre medias de eso, seguir visitando pueblecitos y bodegas.
- ¿Algo más que quieras añadir?
Sí, que al menos una vez al año toda persona haga turismo rural y pernocte en una de las estupendas casas rurales que hay en España.
Instagram: @estrellasobrinolopez
