En estos días y a lo largo de las próximas dos semanas, alrededor de 5.000 personas se dan cita en Nairobi (Kenia) en la XII Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático de la que forman parte 189 estados así como a la segunda Conferencia de las Partes del Protocolo de Kyoto, ratificado por 166 países.
A través de las diversas reuniones previstas en la agenda, los participantes parten de la necesidad de hacer un llamamiento con el fin de que se habiliten medidas de apoyo a los países pobres, sobre todos lo que se integran en el continente africano, que son los que más dificultades tienen a la hora de adaptarse a las graves consecuencias que pueden derivar del calentamiento global que se está produciendo en la Tierra.
Precisamente, por primera vez en la historia, la COP de la Convención sobre Cambio Climático se celebra en un país del África Subsahariana, continente que sólo se beneficia de 9 de los 400 proyectos del denominado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) previsto en Kyoto por medio del cual los estados industrializados financian proyectos que reducen o evitan las emisiones de gases efecto invernadero en los países más pobres a cambio de los cuales reciben créditos que pueden ser destinados a cumplir sus propios objetivos de reducción de dichas emisiones.
Una de los objetivos de esta reunión es, precisamente, que los países participantes acuerden cómo es preciso que se gestione el Fondo de Adaptación, otro de los mecanismos nacidos de Kyoto, que depende de los beneficios conseguidos con el Mecanismo de Desarrollo Limpio y que sufraga proyectos para que los países en desarrollo puedan ir adaptándose a las consecuencias del cambio climático.