El agua como factor clave en de la igualdad entre mujeres y hombres

La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) coordina el “Día Mundial del Agua”, que este año llevará el lema “Afrontando la escasez del agua“, que hace mención a la necesidad de cuidar de un bien tan preciado como el agua y que es tan necesario para la preservación del medio ambiente y la estabilidad de las comunidades alrededor de ella, en una festividad que se conmemora cada año desde el pasado 22 de marzo del año 1992.

Asegurar el abastecimiento, mejorar las canalizaciones y usos, invertir en tecnología para maximizar la rentabilidad de los recursos naturales, son algunos de los retos a los que nos enfrentamos.

Este 2019, además finaliza el periodo 2005-2019, establecido por la Asamblea General, en lo que se conoció como Decenio Internacional para la Acción con el lema “El agua, fuente de vida”, que ha servido como fuente inagotable de trabajo, estableciendo grandes ejes sobre los que se han tejido numerosas políticas internacionales.

Esta fecha es una ocasión única para recordar a todos, que mediante esfuerzos concretos para proveer agua potable y concienciando más al mundo sobre los problemas y las soluciones en este campo, se puede ayudar para mejorar la situación de muchas mujeres y hombres en todo el mundo. Históricamente, el agua siempre ha sido fundamental para establecer sociedades y desarrollarse a través de este bien tan preciado y a veces, tan poco valorado.

El agua es un bien muy preciado, es por ello, que los gobiernos de todo el mundo deben legislar para garantizar el abastecimiento, pero también es necesario que la sociedad tome conciencia y asuma con responsabilidad su preservación; contaminando menos, gastando con prudencia, respetando los acuíferos y reservas naturales de agua dulce…etc

Tan solo un 2,5% del agua de La Tierra es agua dulce, y la mayor parte de ella se encuentra congelada. No deberíamos olvidar ni por un instante, que el agua, junto al oxígeno, son dos de los principales elementos para que exista la vida; y pese a su simpleza, reinventar dos elementos con características similares sigue siendo inviable.

La ausencia de agua o la ingesta de agua contaminada es una de las principales causas de mortalidad en los países subdesarrollados. Se calcula que todos los años mueren entre 3 y 4 millones de niños en el tercer mundo a causa de la ingesta de agua en mal estado. Para sobrevivir, el ser humano necesita beber, de hecho moriríamos antes de sed que de hambre. Aguantaríamos casi un mes sin comer, pero apenas una semana sin agua.

DATOS PARA LA REFLEXIÓN

  • No es posible conseguir la igualdad y la justicia de género sin agua ni saneamiento. Actualmente millones de mujeres no disfrutan de este derecho humano fundamental para su supervivencia y dignidad.
  • El 11% de la población mundial no tiene acceso a una fuente de agua limpia  y generalmente las mujeres se llevan la peor parte al tener que estar obligadas a andar kilómetros para recogerla. Actualmente, la distancia media que recorren las africanas o asiáticas para buscar agua es de 6 kilómetros y lo hacen cargando en la cabeza recipientes de unos 20 litros.
  • Solo en África el tiempo empleado por mujeres y niñas en la búsqueda de agua sobrepasa los 40.000 millones de horas al año
  • 884 millones de personas carecen de un servicio básico de suministro de agua potable, cifra que incluye a 159 millones de personas que dependen de aguas superficiales.
  • En todo el mundo, al menos 2000 millones de personas se abastecen de una fuente de agua potable que está contaminada por heces.
  • El agua contaminada puede transmitir enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis. Se calcula que la contaminación del agua potable provoca más de 502.000 muertes por diarrea al año.
  • De aquí a 2025, la mitad de la población mundial vivirá en zonas con escasez de agua.
  • En los países de ingresos bajos y medios, el 38% de los centros sanitarios carecen de fuentes de agua, el 19% de saneamiento mejorado, y el 35% de agua y jabón para lavarse las manos.

Después de esto, ¿todavía te quedan razones para no cuidar del agua?