La presidenta nacional de AFAMMER participa en el Seminario Internacional de Estudios Europeos que Fidestra y EZA ha celebrado en Ponta Delgada (Portugal), con la contribución de la Unión Europea.
El seminario ha reunido a diferentes expertos de toda Europa que han analizado y aportado soluciones que persiguen mejorar el desempeño técnico, económico y ambiental de las explotaciones agrícolas como palanca de cambio para favorecer la permanencia de los jóvenes en las zonas rurales.
El relevo generacional en el campo: un gran reto para España y Europa
Carmen Quintanilla comenzó su intervención haciendo un análisis de la situación del campo español y europeo, destacando la escasez de jóvenes que están al frente de las explotaciones pero también, las desigualdades que sufren las mujeres en torno al acceso a la tierra y el escaso liderazgo en las explotaciones agrícolas.
“Aunque es cierto que tanto en España como en toda Europa cada vez más mujeres lideran su propia explotación, todavía queda mucho por hacer, pues tan solo el 30% de las explotaciones europeas las dirigen mujeres mientras que en España suponen el 28%”, afirma.
Y por otra parte la presidenta nacional de AFAMMER incide en que el 50% de las explotaciones en en Europa son de carácter familiar y que a pesar de que su labor es primordial este no queda reflejado “ni para el conjunto de la sociedad, ni para la regulación laboral ni para su pensión asistencial más tarde”.
En este sentido destaca que la mayoría de las mujeres empleadas en la agricultura son esposas de los propietarios, “de ahí su condición de trabajadoras invisibles”.
“Las mujeres en el campo siguen sin tener el reconocimiento que merecen”
Quintanilla ahondó en el sobre-envejecimiento de las explotaciones agrícolas: “España es junto a Italia, el país con mayor número de titulares mayores de 55 años que cada vez son más mayores y se acercan por tanto a la jubilación mientras que cada vez menos jóvenes se dedican a la agricultura y la ganadería”.
“Sigue siendo la mujer la que en su gran mayoría hace compatible su jornada laboral con el horario de sus hijos pero en el medio rural este problema se agrava debido a que el despoblamiento de las áreas rurales provoca la disminución de servicios públicos tales como guarderías, colegios, transportes… Es decir, en España y en Europa las mujeres agricultoras tienen que hacer compatibles duras jornadas en la explotación familiar con el trabajo doméstico y el cuidado de su familia”, señala.
Y destaca que desde AFAMMER siempre han apostado por impulsar la figura de la mujer en el campo y darle mayores derechos como herramienta parar favorecer el relevo generacional en el campo, pero también, como medida para frenar la despoblación.
En este sentido, destacó la necesidad de impulsar figuras como la Ley 35/2011 de Titularidad Compartida de las Explotaciones agrarias de la que la propia Quintanilla fue ponente en el Congreso en su etapa como diputada nacional, y que fue aprobada por unanimidad.
“La Ley de Titularidad Compartida nació para visibilizar y otorgar derechos fiscales al trabajo de las mujeres en las explotaciones, pero todavía tenemos que seguir impulsándola porque a pesar de que el número de mujeres cotitulares ha crecido año a año, de las más de 945.000 explotaciones que hay en España tan solo se han acogido a ella 1.073 mujeres desde que esta ley entrara en vigor en el año 2011”, señala.