La presidenta nacional de AFAMMER y también presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, Carmen Quintanilla, ha subrayado la importancia de las asociaciones de mujeres como agentes de cambio y portavoces de los ciudadanos en España y en Europa “ya que desempeñan un papel fundamental como intermediarias ante las administraciones nacionales e internacionales para llevar la voz de las mujeres, sus necesidades, sus reivindicaciones y sus propuestas, algo que sería imposible a nivel individual”.
Carmen Quintanilla, que ha intervenido con una ponencia en la Conferencia Internacional de Nueva Mujer por Europa, inaugurada por Natalie d´ Ursell, presidenta de NWFE; la parlamentaria europea Anna Záborská y la Princesa Marie-Astrid de Luxemburgo, ha explicado la experiencia de AFAMMER y la labor que viene realizando esta organización no gubernamental desde hace treinta y un años en ese sentido “ya que nació con el objetivo de dar voz a las mujeres del medio rural español y llevar esa voz a los foros nacionales e internacionales con el fin de acabar con la invisibilidad de las mujeres rurales; un logro que hemos conseguido porque hoy por hoy las mujeres del medio rural están en las agendas políticas y no podemos hablar de desarrollo y de futuro sin contar con las mujeres”.
La presidenta nacional de AFAMMER ha asegurado que “en las últimas décadas, las asociaciones y organizaciones de mujeres hemos conseguido que en Europa se hayan producido cambios y avances muy significativos en materia de igualdad pero aunque esa igualdad es una realidad a nivel legislativo, no lo es en la vida diaria de muchas mujeres, que siguen sufriendo situaciones de desigualdad”.
En este sentido, ha recordado que “todavía en Europa las mujeres cobran unos salarios un 16,2% inferiores a los de los hombres y deberían trabajar 59 días más para cobrar lo mismo; una de cada cuatro mujeres en Europa ha sufrido violencia de género alguna vez en su vida y siete mujeres europeas al día mueren a manos de sus maltratadores; las mujeres en muchos países de Europa siguen teniendo grandes obstáculos a la hora de conciliar su vida familiar y profesional y la presencia de mujeres en la política y en los consejos de administración de las empresas sigue siendo escasa por lo que las mujeres siguen infrarrepresentadas en la toma de decisiones”.
Estos datos, en opinión de Carmen Quintanilla, “nos dicen que aunque hemos recorrido gran parte del camino hacia la igualdad real de oportunidades, todavía no hemos llegado a la meta y las asociaciones y organizaciones de mujeres siguen teniendo, por tanto, un gran trabajo que realizar para seguir desempeñando ese papel imprescindible como agentes de cambio y portavoces de los ciudadanos, en este caso, de las ciudadanas europeas para alcanzar es igualdad real plena y efectiva”.