Firmeza en la defensa de nuestro campo

 Hace quince años, en el transcurso de la Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Beijing en 1995, en la que participó AFAMMER como organización no gubernamental más representativa de España, conseguimos que se aprobara la declaración de un día específico para reivindicar y hacer oir la voz de las mujeres rurales que, finalmente, quedó establecido en el 15 de octubre.

Precisamente con motivo de esta fecha conmemorativa, que tiene para nosotras un profundo significado, encontramos la ocasión idónea para mostrarnos más reivindicativas que nunca porque, en un día como hoy, es necesario hacer un serio llamamiento sobre la situación que viven nuestros pueblos, agobiados económicamente no sólo por la mala situación económica general sino también por la crisis que en los últimos años vienen sufriendo la agricultura y la ganadería.

Por eso, hoy es preciso recordar que las mujeres y los hombres que viven de la agricultura y de la ganadería han perdido en los últimos cinco años el 30% de su renta y que en el sector agrario y ganadero han desaparecido miles de puestos de trabajo y, por tanto, se han perdido miles de jornales.

Los agricultores y ganaderos no pueden mantener sus cultivos o sus cabañas de ganado cuando el precio que se les paga por sus productos en origen son los mismos de hace 20 años mientras que el coste de producirlos (maquinaria, fertilizantes, carburantes, electricidad, etc…) se ha ido incrementando año tras año. El campo no puede ser rentable cuando un kilo de uva se paga a 24 pesetas, 12 pesetas menos que hace 11 años, y cultivar ese kilo de uva ha costado entre 30 y 32 pesetas o cuando el kilo de melón se paga en origen a 11 céntimos y el agricultor necesitaría cobrar 18 céntimos para cubrir sólo los costes de producción.

Sin agricultura y sin ganadería, el medio rural dejaría de existir. El futuro de nuestros pueblos tiene sus cimientos en la agricultura y en la ganadería como base de la economía rural, independientemente de la diversificación de actividades económicas que, sin duda, también es necesaria para el desarrollo de los núcleos rurales y que son complementarias a los sectores primarios.

Por eso, en el Día Internacional de la Mujer Rural, como no podía ser de otra manera, pedimos y exigimos al Gobierno de España que ante la próxima negociación de la Política Agraria Común (PAC) después de 2013 -para la que ya se viene anunciando un importante recorte de las ayudas- defienda con firmeza los intereses del campo español, que son los intereses de nuestros hombres y mujeres que se dedican a esta actividad y que apueste por una financiación del desarrollo rural independiente de la Política Agraria Común ya que con el actual sistema de modulación cada vez se deriva un mayor porcentaje de los fondos destinados a ayudas directas a la agricultura a los fondos destinados a desarrollo rural.

Nuestra agricultura y nuestra ganadería necesitan recuperar su rentabilidad y su valor como sustento de miles de familias y de la economía de nuestros pueblos porque si la agricultura y la ganadería funcionan será más fácil que en torno a ellas se creen industrias agroalimentarias y otras actividades complementarias que no sólo permitan el relevo generacional en las explotaciones sino la creación de nuevos puestos de trabajo que asienten la población en este entorno y frenen el éxodo masivo que está acabando con la vida de muchas zonas del medio rural. Sólo así podremos seguir construyendo nuestro futuro.

 

Carmen Quintanilla Barba
Presidenta Nacional de AFAMMER