Hoy, 8 de marzo, celebramos de nuevo el Día Internacional de la Mujer cuyos orígenes son diversos, si bien desde Naciones Unidas (ONU) se remontan a 1975, primer año en el que la ONU conmemoró esta fecha que, dos años más tarde, instituyó ya de forma oficial a través de la aprobación de la resolución por la que se proclamaba un Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
El Día Internacional de la Mujer nació a raíz de diversos movimientos obreros que tuvieron lugar a finales del siglo XX en Estados Unidos y Europa y su celebración se ha ido extendiendo a lo largo de los años a nivel global como una jornada dirigida a potenciar la participación de la mujer a nivel político y económico y a continuar avanzando hacia la igualdad real de oportunidades.
En esta ocasión, Naciones Unidas ha elegido como lema para este día: “Una Promesa es una Promesa: Momento de Pasar a la Acción para Acabar con la Violencia contra las Mujeres”, al que desde la Confederación Nacional de Familias y Mujeres del Medio Rural nos sumamos.
Tenemos, por tanto, que seguir hablando de que millones de mujeres en el mundo siguen siendo víctimas de abusos y malos tratos que, en muchas ocasiones, demasiadas, acaban con su vida. Precisamente en estos días veíamos en la prensa el terrible caso de tres niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 11 años fueron violadas, asesinadas y arrojadas a un pozo en un pueblo de India o el de una niña de 15 años que tras haber sido violada por su padrastro ha sido condenada por un tribunal de Maldivas a 100 latigazos y a permanecer bajo arresto domiciliario durante ocho meses por tener relaciones sexuales prematrimoniales.
Lamentablemente estos casos son sólo la punta de un iceberg de grandes dimensiones, el de la violencia, que en la mayoría de las ocasiones permanece oculto y que en muchas partes del mundo no es perseguida ni penalizada.
En España, más de 650 mujeres han muerto en los últimos diez años asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.
Las mujeres seguimos enfrentándonos a desigualdades que no deberían existir en pleno siglo XXI, y la violencia sigue teniendo como raíz esas desigualdades.
Por tanto, desde AFAMMER en este 8 de marzo:
- Valoramos el esfuerzo de las Administraciones Públicas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la sociedad civil en general para acabar con la violencia de género y animamos a todos a continuar trabajando en esa senda.
- Animamos al Gobierno a agilizar, en la medida de lo posible, el Plan de Empleo para las Mujeres; el Plan Especial para la Igualdad de Mujeres y Hombres en el Ámbito Laboral y contra la Discriminación Salarial y el Plan Integral de Apoyo a la Familia, que incluirá medidas para facilitar la conciliación de la vida familiar, laboral y personal de manera que las mujeres no tengan que renunciar a trabajar ni a promocionarse en las empresas a causa de la imposibilidad de poder conciliar ser trabajadoras y madres.
- Mantener y potenciar la formación y el empleo de las mujeres, de manera que puedan acceder a puestos de trabajo similares a los de los hombres.
- Fomentar la participación de las mujeres en los órganos de toma de decisiones y potenciar su presencia en los consejos de administración y puestos de responsabilidad en organismos y empresas, entre ellos las cooperativas agrarias.