Igualdad

Afammer El Casar

IGUALDAD
Tanto Afammer El Casar como afammer en su totalidad, siempre han estado comprometidas  con la igualdad.

Ahora toca preguntarse qué es la igualdad para nosotras, puesto que el término igualdad es un poliedro con muchas aristas y todas igual de importantes.

La igualdad tiene su antónimo en la palabra desigualdad. Y las diferencias o desigualdades vienen dadas desde el nacimiento. Hay desigualdades sociales, económicas, culturales… y  aquellas que son por el mero hecho de haber nacido hombre o mujer.

Para mover la balanza hacia la igualdad se necesitan de manera especial varias cosas, destacando, la igualdad de oportunidades y de trato; y el trabajar el valor del respeto desde  todos los ámbitos. Por tanto, se conseguirá una igualdad efectiva y verdadera cuando en nuestra sociedad se propicie todas ellas juntas.

La igualdad de oportunidades comienza con la educación y la formación, considerándose que hay dicha igualdad cuando una sociedad en su conjunto puede acceder a la educación y a la formación desde la infancia hasta la vejez, pues sólo de esa manera se tendrá un trabajo digno, una vivienda digna y una vida digna, todo ello bajo el paraguas y el respaldo del marco jurídico internacional y de nuestra Constitución, mencionando en su artículo 14: “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”

Y si miramos en uno de los aspectos de la igualdad, como es la igualdad de género, podemos ver que si desde todos los ámbitos sociales se lleva a cabo una igualdad de trato habremos alcanzado una igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Según los últimos estudios no se conseguirá esa igualdad real o efectiva hasta dentro de unos 170 años.

Las relaciones entre las mujeres y los hombres han ido evolucionando a lo largo del tiempo, de la historia de la humanidad. Y para que la sociedad en la que estamos inmersos lleve a cabo una transformación en los valores, las normas y las prácticas culturales se ha de ser consciente de la. Y aunque se hace un gran esfuerzo para que todo lo que está plasmado en la normativa sea una realidad aún queda un largo camino a recorrer pues las mujeres partimos de esa falta de oportunidades en la educación y en la formación, destacando que eso sucedía especialmente en el ámbito rural. Y hay que recordar que hasta hace relativamente poco tiempo las mujeres no teníamos ni derecho al voto.

Ahora toca dar esas oportunidades para que la sociedad en su conjunto se vea beneficiada de ese talento de la mitad de su población que estaba desaprovechado.

Igualdad no es supremacía de la mujer sobre el hombre, pues estaríamos cometiendo el mismo error histórico, dejar de lado a la mitad de los seres humanos.

Igualdad es trabajar codo con codo, hombres y mujeres en tener una sociedad más justa, más equitativa y más igualitaria.