EN LA CATA DE VINOS ORGANIZADA POR AFAMMER DENTRO DE LA I CUMBRE INTERNACIONAL DEL VINO A LA QUE CALIFICÓ DE “UN GRAN ÉXITO DEL GOBIERNO DE COSPEDAL”.
La presidenta nacional de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER), Carmen Quintanilla, ha afirmado en la cata que ha llevado a cabo esta organización no gubernamental dentro de la I Cumbre Internacional del Vino, que se celebra en Toledo, que “hablar de vino, de viñedos, es hablar de mujer rural ya que la mujer ha desempeñado y desempeña un papel fundamental en torno a este cultivo, colaborando en las tareas de su cuidado y recolección, al mismo tiempo que prepara la comida al marido, cuida de los mayores y de 
los pequeños”.
Quintanilla ha destacado la importancia de la vid y el vino en Castilla-La Mancha ya que “constituyen un elemento de vida y de riqueza para nuestros pueblos y un sector crucial para la economía de los mismos ya que nuestra región es el mayor viñedo del mundo, con 436.000 hectáreas, 90.000 explotaciones y más de 500 millones de euros en exportación en el pasado año 2012”.
Quintanilla ha subrayado que, AFAMMER “ha querido colaborar organizando esta cata en esta cita a nivel internacional en la que se está poniendo en valor esta gran producto nuestro que es el vino y que es un gran éxito del Gobierno de María Dolores de Cospedal, que cumple así una vez más con su compromiso con el campo, con nuestros 
agricultores y con las mujeres rurales y sus familias”.
Medio centenar de mujeres socias de AFAMMER procedentes de diversos pueblos de la región han estado acompañadas de la presidenta nacional de esta organización y del director general de Infraestructuras y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades, Miguel Cervantes, en la cata que ha estado dirigida por las enólogas Ana Belén Grueso y Elvira Landete, miembros de la Federación Española de Enólogos, que, de forma muy amena y didáctica, han explicado a las participantes las diferentes fases de la cata de cuatro vinos castellano-manchegos: un macabeo, un chardonnay, un coupage de tintos y un cabernet.
La cata ha tenido un gran éxito, sobre todo por la participación de las mujeres, que no han dudado en ningún momento en preguntar a las enólogas todas las dudas o cuestiones que les surgían en torno a los vinos.
