- AFAMMER promueve una iniciativa para homenajear a las mujeres y los hombres del campo el día que se celebra San Isidro Labrador.
La pandemia del coronavirus que asola España y a todo el mundo ha puesto de manifiesto la gran importancia de la labor que realizan las personas que trabajan en el sector de la agricultura y la ganadería. Las mujeres y hombres del campo no van a poder festejar este año a su patrón San Isidro Labrador, por las medidas de confinamiento decretadas en el estado de alarma.
Marimar Hontoria presidenta de AFAMMER-Burgos explica la iniciativa
Esta situación ha motivado a Marimar Hontoria, presidenta provincial de AFAMMER-Burgos ha desarrollar una bonita iniciativa con el objetivo de que las trabajadoras y trabajadores de la agricultura no se queden sin homenaje este año. La iniciativa consiste en hacer sonar las campanas de las iglesias de diferentes municipios de Castilla y León en honor al sector de la agricultura.
Más esenciales que nunca
“San Isidro es una fiesta muy importante para todos los agricultores y muy celebrada en nuestros pueblos. Nos hemos acordado de ellos y de la gran labor que están realizando estos días, pues no han parado de trabajar para que a nadie nos falte un plato en la mesa y pensé que de alguna forma teníamos que homenajearlos el día en que se celebra su patrón”, afirma Marimar.
La presidenta de AFAMMER-Burgos decidió ponerse en contacto con las presidentas locales que AFAMMER tiene en diferentes provincias de Castilla y León a las que transmitió la idea de hacer sonar las campanas de las iglesias de sus municipios en honor de las trabajadoras y trabajadores del campo. “Queremos darles las gracias para reconocer el gran esfuerzo que han tenido que hacer para que el resto podamos tener un plato en la mesa”, manifiesta la presidenta de AFAMMER-Burgos.
Al mismo tiempo se pregunta qué hubiera sido de toda la sociedad si el sector de la agricultura hubiera parado su actividad en el estado de alarma. “Toda la economía se ha parado a excepción del sector primario que ha seguido trabajando, sin el campo no hubiéramos podido sobrevivir”, puntualiza.
