Las mujeres rurales frente a la crisis.

QUINCE AÑOS AVANZANDO
Día Internacional de la Mujer

8 de Marzo de 2010

Hace quince años, en 1995, gobiernos, instituciones y organizaciones no gubernamentales, entre ellas AFAMMER, nos dábamos cita en Beijing para participar en la IV Conferencia Mundial de la Mujer. Allí, 189 Gobiernos adoptaron la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing que tenía como principal objetivo definir un conjunto de líneas estratégicas que los Estados, la comunidad internacional, las ONG´s y el sector privado se comprometían a promover y a poner en marcha como muy tarde para el año 2000 con el fin de eliminar los obstáculos que limitaban la participación en igualdad de condiciones y de oportunidades de la mujer en todas las esferas del ámbito público y privado.

En estos días, tras las anteriores revisiones de los logros obtenidos cuando se cumplieron los cinco y los diez años de la adopción de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing -lo que se conoce como Beijing +5 y Beijing +10- y coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, volvemos a reunirnos en la sede de la ONU en Nueva York en la 54ª Sesión de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer Beijing +15 con el fin de revisar qué avances hemos conseguido y qué retos nos quedan aún por alcanzar.

Sin duda alguna han sido quince años de avance. Poco a poco los Gobiernos han ido tomando conciencia de que era necesario y de que era una cuestión de justicia social contar con la aportación de las mujeres en todos los ámbitos, de que no se podía seguir prescindiendo de la mitad de la población mundial. No obstante, también en materia de igualdad se hacen visibles las diferencias que siguen existiendo entre el Norte y el Sur, entre los países desarrollados y los menos desarrollados.

Así, mientras en Europa y en España, en particular, hemos conseguido grandes logros incrementando la presencia de las mujeres en el mundo laboral, en la toma de decisiones, en la lucha contra la violencia de género, etc… en América Latina, en Asia o en África estos logros han sido menos significativos aunque también es preciso reconocer que en estos continentes los obstáculos eran aún mayores.

Pero también es cierto que, incluso en los países en los que los avances a lo largo de estos quince años han sido muy destacables, aún existen diferencias, hemos dado pasos adelante y pasos hacia atrás.

En el caso de las mujeres rurales españolas todavía, en pleno siglo XXI, siguen sufriendo la doble discriminación de ser mujeres y de vivir en un medio como el rural al que aún no llegan todas las oportunidades de las que gozan las mujeres que habitan en el entorno urbano, lo que ha llevado a miles de mujeres jóvenes a tener que abandonar sus pueblos en busca de un futuro mejor en la ciudad.

La revisión de la Plataforma de Acción Beijing +15 nos debe llevar, por tanto, a continuar avanzando en la dirección que iniciamos en la IV Conferencia de la Mujer en 1995 y a afianzar nuestra confianza en que la Igualdad de Oportunidades puede dejar de ser una utopía para convertirse en una realidad para millones de mujeres en el mundo.

Las estadísticas nos siguen mostrando que aún queda mucho camino por recorrer, que actualmente 600 millones de mujeres y niñas viven con menos de un dólar al día, que 65 millones de niñas están sin escolarizar, que 10 millones de niñas son obligadas a casarse, que 600.000 mujeres mueren en África al dar a luz a sus hijos, que cientos de miles de mujeres siguen siendo víctimas de la violencia de género o de los conflictos armados.

No obstante, en estos días en los que analizamos los logros que hemos obtenidos y las metas que nos quedan por alcanzar, la satisfacción de lo mucho que hemos conseguido poco a poco nos lleva a mirar con gran esperanza al futuro con la seguridad de que este avance, aunque lento, ya no tiene marcha atrás. En algunas ocasiones puede parecer que no estamos haciendo lo suficiente pero como decía la Madre Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz: “Aunque a veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, el mar sería menos si le faltara una gota”. Continuemos pues añadiendo gotas al mar de la Igualdad para que éste se convierta en un gran océano.

Carmen Quintanilla Barba,
Presidenta Nacional de la Confederación
de Federaciones y Asociaciones de Familias
y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER)